Residuos Industriales en América Latina

¿Qué son los residuos industriales y cómo se clasifican?

Los residuos industriales son aquellos que se generan por las actividades de producción, transformación, consumo y mantenimiento de bienes y servicios, que implican el uso de materias primas, energía, agua y otros recursos. Los residuos industriales se clasifican según su naturaleza y composición en líquidos, sólidos y gaseosos.

Los residuos industriales líquidos son aquellos que se encuentran en estado líquido o semilíquido, y que pueden contener sustancias disueltas o en suspensión, como los efluentes, los lodos, los aceites, los solventes, etc. Los residuos industriales sólidos son aquellos que se encuentran en estado sólido o semisólido, y que pueden tener forma definida o indefinida, como los metales, los plásticos, los textiles, los residuos de construcción y demolición, etc. Los residuos industriales gaseosos son aquellos que se encuentran en estado gaseoso, y que pueden contener partículas sólidas o líquidas en suspensión, como los humos, los vapores, los gases, etc.

Los residuos industriales también se pueden clasificar según su peligrosidad en peligrosos y no peligrosos, según las mismas características que los residuos sólidos en general. Los residuos peligrosos son aquellos que conllevan un riesgo potencial para la salud humana o el medio ambiente, por poseer características como corrosividad, explosividad, inflamabilidad, patogenicidad, radiactividad, reactividad o toxicidad. Los residuos no peligrosos son aquellos que no presentan estas características y que pueden ser manejados con menor precaución.

¿Cuántos residuos industriales se generan en América Latina?

No se cuenta con información oficial y actualizada sobre la producción, el manejo y el destino final de los residuos industriales en América Latina, lo que dificulta su gestión adecuada y su prevención de impactos negativos. Según el informe What a Waste 2.0, del Banco Mundial, en América Latina se generan diariamente al menos 430 mil toneladas de basura, lo que significa que en promedio cada latinoamericano produce entre uno y 14 kilogramos de estos residuos.

Sin embargo, algunos estudios realizados por instituciones académicas y organizaciones no gubernamentales han intentado estimar la cantidad y el tipo de residuos industriales que se generan en la región, pero sus resultados varían según la metodología y el alcance empleados. Por ejemplo, un estudio de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) estimó que en el año 2010 se generaron 1.084.000 toneladas de residuos peligrosos en América Latina, de las cuales el 77% correspondían a residuos mineros, el 12% a residuos industriales, el 6% a residuos hospitalarios, el 3% a residuos agropecuarios y el 2% a otros residuos.

Otro estudio, realizado por el Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA), estimó que en el año 2012 se generaron 1.200.000 toneladas de residuos peligrosos en América Latina, de las cuales el 80% correspondían a residuos mineros, el 10% a residuos industriales, el 5% a residuos hospitalarios, el 3% a residuos agropecuarios y el 2% a otros residuos.

Estas cifras muestran que América Latina es una región que genera una gran cantidad de residuos industriales, principalmente por su actividad minera e industrial, que requieren de una gestión integral y sostenible, que incluya la prevención, la reducción, la segregación, el tratamiento, el transporte, el almacenamiento, la disposición final y la recuperación de los mismos.

¿Qué impactos tienen los residuos industriales en el medio ambiente y la salud humana?

Los residuos industriales pueden tener un impacto negativo en el medio ambiente y la salud humana, si no se gestionan adecuadamente, ya que pueden contaminar el suelo, el agua, el aire, la flora y la fauna. Algunos ejemplos de los efectos de los residuos industriales son:

• Los residuos mineros pueden generar la acidificación y la lixiviación de metales pesados en el suelo y el agua, afectando la calidad y la disponibilidad de estos recursos, así como la salud de las personas y los animales que los consumen.
• Los residuos industriales líquidos pueden provocar la eutrofización y la disminución del oxígeno disuelto en los cuerpos de agua, alterando el equilibrio ecológico y la biodiversidad acuática.
• Los residuos industriales sólidos pueden ocupar grandes extensiones de terreno, generando problemas de espacio, estética y seguridad, así como la proliferación de vectores de enfermedades, como roedores, insectos y microorganismos.
• Los residuos industriales gaseosos pueden contribuir al efecto invernadero y al cambio climático, así como causar problemas respiratorios, alergias, irritaciones y cáncer en las personas que los inhalan.

¿Cómo es la situación de los residuos industriales en Bolivia?

Bolivia es uno de los países que más residuos industriales genera en América Latina, debido principalmente a su actividad minera, que representa el 12% de su Producto Interno Bruto (PIB) y el 28% de sus exportaciones. Según el estudio de la UMSA, en el año 2010 se generaron 837.000 toneladas de residuos mineros en Bolivia, lo que equivale al 77% del total de residuos peligrosos del país.

Sin embargo, el país no cuenta con una normativa específica para el manejo de los residuos industriales, ni con un sistema de información y registro de los mismos. Tampoco dispone de infraestructura, tecnología y recursos humanos suficientes para su tratamiento adecuado. Esto genera una serie de problemas ambientales y sociales, como la contaminación de los recursos hídricos, la degradación de los suelos, la afectación de la salud de las comunidades aledañas y la vulneración de los derechos de los pueblos indígenas.

Ante esta situación, el gobierno boliviano ha tomado algunas medidas para mejorar la gestión de los residuos industriales, como la creación de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Agua Potable y Saneamiento Básico (AAPS), que tiene la función de regular, supervisar y controlar la prestación de los servicios de agua potable, alcantarillado sanitario y residuos sólidos, o la implementación de planes de cierre y remediación ambiental de las actividades

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