Simbiosis Industrial: El caso de éxito en Kalundborg, Dinamarca

En una esquina ventosa de West Zealand, en Dinamarca, se encuentra la ciudad de Kalundborg. Aquí, la simbiosis industrial ha compartido el exceso de recursos durante más de 50 años y tiene como objetivo ser la principal simbiosis industrial del mundo.

Por simbiosis, entendemos una asociación donde nuestros socios proveen, comparten y reutilizan recursos. Como las empresas públicas y privadas están físicamente conectadas, el excedente de recursos de una empresa agrega valor a otra. Las empresas globales de Kalundborg colaboran con negocios locales y autoridades en diferentes sectores para resolver algunos de los mayores desafíos a los que nos enfrentamos hoy en día.

Las grandes compañías industriales comparten energía, agua y materiales excedentes para evitar desperdicios. Hoy en día, más de 20 corrientes diferentes de recursos fluyen entre las empresas. Cada año, la simbiosis ahorra a los socios y al medio ambiente:

  • 4 millones de m³ de agua subterránea al utilizar agua superficial en su lugar.
  • 586.000 toneladas de CO2.
  • 62.000 toneladas de materiales residuales reciclados.

Se ha reducido el 80% de las emisiones de CO2 en la Simbiosis desde 2015. El suministro local de energía es ahora neutral en CO2.

El modelo de simbiosis también fomenta la confianza y el poder de la innovación dentro de la comunidad, tanto para los empleados involucrados como para los estudiantes e investigadores.

¿Cómo aplicarlo en nuestro medio?

La principal característica es la gestión compartida y el intercambio y ciclo de recursos como energía, agua, materiales y subproductos. Cada industria requiere diferentes calidades de agua y otras corrientes de flujo como productos químicos, energía, nutrientes, etc. Por lo tanto, lo que es desecho para uno puede ser materia prima para otro proceso productivo. El intercambio de recursos puede optimizar el uso de agua y energía y la gestión de residuos de cada industria.

Las empresas pueden participar en diferentes tipos de acuerdos de colaboración, como el uso compartido de servicios e infraestructura, la prestación conjunta de servicios y los intercambios de materiales y subproductos. Además del intercambio de recursos físicos, las empresas pueden intercambiar información para aumentar la eficiencia colectiva de sus operaciones e identificar continuamente oportunidades de optimización de recursos. También pueden coordinar la planificación, la gestión de proyectos y los permisos reglamentarios.

Sin duda, este modelo inspira, ya que vincula la sostenibilidad, el crecimiento y la rentabilidad. Una solución local para una problemática global.